En el blog de hoy hablamos sobre la turnicidad y cómo prevenirla para evitar que afecte gravemente a la salud, para ello pautamos una serie de recomendaciones del Instituto Técnico de Prevención.
La turnicidad o el trabajo a turnos obliga al trabajador a estar activo en momentos de descanso y viceversa. Las personas que deben cambiar constantemente de turno, especialmente de diurno a nocturno, pueden sufrir diferentes consecuencias relacionadas con la calidad del sueño, por ejemplo.
La privación del sueño desencadena en diferentes síntomas y problemas que afectan a los trabajadores. En muchas ocasiones la falta de luz natural, el ruido diurno al intentar conciliar el sueño o la incompatibilidad familiar provocan que los trabajadores interrumpan su sueño.
Las consecuencias, además de la baja productividad social y laboral, pueden ser catastróficas aumentando la tasa de accidentes. Además, los turnos nocturnos pueden afectar a la salud del trabajador en cuanto a la gestión del estrés y ansiedad, esto puede provocar problemas cardiovasculares, gastrointestinales e incluso del sistema nervioso.
¿Cómo se puede prevenir la turnicidad?
Existen una serie de medidas genéricas que pueden paliar los efectos de los turnos y ayudar a gestionar mejor los procesos de cambio entre descanso y actividad.
• Equilibrar la carga de trabajo de los turnos
• Tener la posibilidad de realizar turnos fijos o rotatorios
• Mantener dos noches de sueño completo tras el cambio de turno nocturno a diurno.
• Disponer de fines de semana libres en el calendario de turnos
• Disponer del calendario de trabajo con suficiente antelación
• Evitar turnos dobles
• Posibilidad de flexibilizar turnos e intercambiar con compañeros
Por otro lado, para una mejor higiene del sueño hay una serie de recomendaciones que pueden ayudar a conciliar el sueño y aprovechar las horas de descanso.
• Tratar de dormir en diferentes momentos para conocer el horario de sueño adecuado y acostumbrarse a poder dormir en diferentes puntos del día.
• Dormir antes de ir a trabajar para estar lo más descansado posible.
• Intentar de mantener el horario de sueño en el que mejor notemos que descansamos.
• Alejarse de aparatos electrónicos antes de ir a la cama y silenciar el ruido o notificaciones.
• Mantener la habitación oscura.
• Mantener la habitación en una condición ambiental y climatológica confortable.
• Usar ropa de cama cómoda.
• Tomar un baño caliente antes de ir a dormir puede ayudar a relajarnos.
• Tomar una infusión caliente o leche puede ayudar a conciliar el sueño, ya que esta es rica en aminoácidos como el triptófano que produce serotonina y esta a su vez se convierte en melatonina.
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