Se entiende por recinto confinado cualquier espacio con aberturas limitadas de entrada y salida y ventilación natural desfavorable. En estos espacios pueden acumularse contaminantes tóxicos o inflamables, o bien tener una atmosfera deficiente en oxigeno y que no está concebido para una ocupación continuada.
Los accidentes en estos espacios, en su mayoría mortales por falta de oxígeno, tienen lugar por no reconocer los riesgos presentes, ocurriendo un 60% de las muertes por este motivo durante el auxilio inmediato a las primeras víctimas.
Recomendaciones:
1º Instrucción al trabajador para la identificación del espacio confinado y la toma de conciencia de los riesgos y su prevención. No entrar sin autorización previa.
2º Limpieza, medición y evaluación del ambiente interior, por personal cualificado, para determinar su peligrosidad.
3º Cumplimentación de la autorización de entrada y adopción de las medidas preventivas.
4º Entrada en las condiciones establecidas y con medios y equipos adecuados (ventilación suficiente, protecciones personales, escalera, cuerda de salvamento sujeta desde el exterior, etc.).
5º Control desde el exterior de la situación durante todo el tiempo de trabajo, con medición continuada de la atmósfera interior.
6º Adiestramiento y planificación frente a un eventual rescate o emergencia.
Lugares más frecuentes
Los lugares más frecuentes considerados espacios confinados son: cisternas y pozos, alcantarillas, sótanos y desvanes, cubas y depósitos, reactores químicos, bodegas de barco, furgones, silos, arquetas subterráneas, túneles, desguace barcos y fuselajes, conductos aire acondicionado, galerías de servicios y fosos.
Motivos de acceso
Los motivos por los que se accede a este tipo de lugares son por construcción, reparación, limpieza, pintura, inspección, rescate, etc.
Riesgos Generales
Los riesgos generales pueden ser por aprisionamiento, electrocución, caídas, riesgos postulares, problemas de comunicación, ambiente física, frío y calor, ruido, vibraciones e iluminación.
Riesgos Específicos
Los riesgos con carácter más especifico pueden ser:
-Asfixia: El aire contiene sobre un 20% de oxígeno. Si éste se reduce al 18% pueden producirse ya síntomas de asfixia. A niveles del 10-14% y en pocos segundos los efectos pueden ser graves, llegando incluso a la muerte.
Las causas más frecuentes de esta disminución de oxígeno son por: consumo de este debido a fermentaciones, oxidaciones, combustión, respiración, etc., o desplazamiento del aire por otros gases tales como argón o anhídrido carbónico.
-Incendio o explosión: Si se aporta un foco de ignición, los vapores inflamables o polvos combustibles a concentraciones superiores al 20% del límite inferior de inflamabilidad, así como el aumento de oxígeno en el aire, pueden originar un incendio o explosión. Las causas de ello pueden ser: evaporación de disolventes, carga y descarga de cereales, focos caloríficos, enriquecimiento de la atmósfera en oxígeno, etc.
–Intoxicación: La concentración de productos tóxicos por encima de los límites de exposición permisibles pueden producir intoxicaciones o enfermedades. Las causas pueden ser: por fugas de productos químicos en procesos industriales, operaciones de limpieza, descomposición de productos orgánicos, etc.
A través de este enlace directo puede realizar la descarga del documento del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
En Colorsalud, como Servicio de PRL ajeno, conocemos la normativa y regulaciones en materia de seguridad en trabajos en espacios confinados. Si desea más información o asesoramiento, no dude en contactarnos https://www.colorsalud.es/contacto/ nuestro equipo estará encantado de ayudarle.
Fuente: Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.